



Al mismo tiempo, también tiene aplicaciones importantes en el proceso de producción de la industria de producción de amoníaco y metanol de síntesis de fertilizantes. El equipo clave del dispositivo de síntesis de amoníaco es un convertidor primario, que proporciona el hidrógeno gaseoso bruto necesario para la producción de amoníaco de síntesis de la planta de fertilizantes.
Parámetros del producto:
★Condiciones de trabajo: 800-980ºC
★Presión de funcionamiento: 2,5-3,5 m
★ PaDiámetro exterior: 100-300 mm
★ Longitud (sección de tubería): <6400 mm
★ Acabado de la pared interior: Ra<3.2um (control interno 1.6um)
★ Capa de partículas de bayberry: ≤0,8 mm
Los tubos reformadores poseen un conjunto de características de producto notables que los hacen indispensables en sus dominios de aplicación.
La resistencia a altas temperaturas es una característica destacada. Estos tubos están diseñados para funcionar en condiciones térmicas extremas, soportando habitualmente temperaturas que pueden superar los 800 °C. Esto es posible gracias a la utilización de aleaciones avanzadas de alta temperatura, generalmente a base de níquel, que mantienen la integridad estructural del tubo y evitan la deformación o el ablandamiento incluso durante la exposición prolongada al calor intenso.
Una resistencia excepcional a la corrosión es igualmente vital. En los entornos químicos hostiles en los que habitan, los tubos reformadores entran en contacto con una variedad de sustancias corrosivas como el sulfuro de hidrógeno y el dióxido de carbono. Sus composiciones de aleación y tratamientos superficiales especialmente formulados actúan como un escudo, defendiendo eficazmente la corrosión y salvaguardando la longevidad del tubo, lo que garantiza un rendimiento confiable durante un período prolongado.
La eficiencia superior de la transferencia de calor juega un papel crucial en la optimización del proceso general. El diseño del tubo y la selección del material se ajustan para facilitar una distribución rápida y uniforme del calor en toda la zona de reacción. Esto permite que las reacciones que ocurren dentro de los tubos continúen a una velocidad ideal, mejorando la productividad y minimizando el desperdicio de energía.
La integridad estructural robusta es otro aspecto clave. Deben soportar tensiones mecánicas significativas, no solo por las altas presiones internas generadas por los gases que reaccionan, sino también por los ciclos de expansión y contracción térmica. Los tubos reformadores están construidos con suficiente resistencia y tenacidad para soportar estas fuerzas sin sucumbir a grietas, fracturas u otras formas de daño.