


La singularidad de los ladrillos de corindón se refleja principalmente en los siguientes aspectos:
1. Alta pureza y excelente rendimiento: Los ladrillos de corindón se componen principalmente de óxido de aluminio de alta pureza, con un contenido de óxido de aluminio que suele superar el 90%, e incluso, en algunos casos, el 99%. Esta composición de alta pureza confiere a los ladrillos de corindón una serie de excelentes propiedades, como alta dureza, alto punto de fusión y alta resistencia a la abrasión, lo que les permite mantener un buen rendimiento en entornos hostiles como altas temperaturas y abrasión severa.
2. Excelente resistencia a altas temperaturas: El corindón tiene un punto de fusión muy alto (aproximadamente 2050 °C). Por lo tanto, los ladrillos de corindón poseen una notable resistencia a altas temperaturas, pudiendo soportar temperaturas de 1700 °C o superiores sin ablandarse ni fundirse. En hornos industriales de alta temperatura y otros equipos, los ladrillos de corindón pueden funcionar de forma estable durante mucho tiempo, proporcionando un soporte fiable para el funcionamiento normal del equipo.
3. Buena estabilidad química: Los ladrillos de corindón presentan una buena estabilidad frente a la mayoría de las sustancias químicas. Ya sea escoria ácida o alcalina, metal fundido u otros medios corrosivos, los ladrillos de corindón presentan una gran resistencia y no se erosionan ni corroen fácilmente. Esto prolonga la vida útil del equipo y reduce los costos de mantenimiento.
4. Alta resistencia a la abrasión: Los ladrillos de corindón presentan una dureza muy alta, con una dureza Mohs de hasta 9, solo superada por el diamante. Esto les confiere una excelente resistencia a la abrasión. Al someterse a la abrasión y fricción de materiales de alta temperatura, mantienen la integridad de su superficie, reduciendo el desgaste y el desconchado. Son adecuados para piezas con abrasión severa, como puertas y paredes de hornos y conductos de hornos industriales.
5. Excelente resistencia al choque térmico: Si bien los ladrillos de corindón presentan una buena estabilidad a altas temperaturas, en la práctica, los equipos suelen someterse a frecuentes procesos de calentamiento y enfriamiento, lo que requiere que el material tenga una buena resistencia al choque térmico. Gracias a un diseño de formulación y procesos de producción razonables, los ladrillos de corindón poseen una buena resistencia al choque térmico. Soportan cambios bruscos de temperatura sin agrietarse ni descascarillarse, lo que garantiza un uso prolongado en condiciones de ciclos térmicos.