Los accesorios refractarios para hornos son un componente esencial en las industrias de alta temperatura. Entre los materiales más comunes se encuentran el carburo de silicio (SiC), la alúmina, la mullita y la cordierita, seleccionados por sus propiedades como resistencia al calor, resistencia a la corrosión, baja expansión térmica o ligereza. Entre los tipos principales se encuentran los postes (soporte vertical), los estantes (soporte horizontal), los depósitos (aislamiento de la contaminación), las placas de empuje (transporte del producto) y las placas de asentamiento (sujeción directa de la pieza). Estos componentes se utilizan ampliamente en la sinterización de cerámica, vidrio y electrónica, protegiendo los productos del calor extremo y mejorando la eficiencia energética mediante un diseño optimizado del horno, lo que garantiza la fiabilidad del proceso y la calidad del producto.


Los accesorios lisos para muebles de horno poseen las siguientes características de producto notables:
1. Resistencia a altas temperaturas: Fabricados con materiales especializados de alta temperatura, como cordierita-mullita, mullita, corindón y carburo de silicio, resisten sin problemas las altas temperaturas del horno, que a menudo alcanzan miles de grados Celsius. Incluso durante un funcionamiento continuo prolongado, no se ablandan ni se funden, manteniendo la estabilidad estructural en todo momento y garantizando un proceso de cocción fluido.
2. Alta resistencia: Presentan una excelente resistencia mecánica. Bajo la pesada carga de placas refractarias y numerosos elementos a cocer, se mantienen en posición vertical sin doblarse ni romperse fácilmente. Soportan de forma fiable el espacio de cocción, lo que garantiza una producción segura.
3. Dimensiones precisas: Gracias a rigurosos procesos de fabricación, cuentan con especificaciones precisas de altura, diámetro y otras dimensiones. No solo se adaptan perfectamente a las estructuras internas de diversos hornos para satisfacer diversas necesidades de diseño, sino que también garantizan la colocación horizontal de las placas refractarias, lo que permite una distribución uniforme del calor y evita la cocción desigual causada por desviaciones dimensionales.
4. Estabilidad química: Frente a la compleja atmósfera química dentro del horno, incluidos diversos gases corrosivos y productos de reacción a alta temperatura, los pilares ordinarios, en virtud de su buena estabilidad química, resisten eficazmente la erosión, lo que garantiza que su propio rendimiento no se dañe y prolonga su vida útil.
5. Estabilidad térmica: Durante los frecuentes ciclos de calentamiento y enfriamiento del horno, cuando la temperatura cambia drásticamente, los pilares convencionales se adaptan rápidamente a la expansión y contracción térmica. No se agrietan ni se rompen debido a la acumulación de tensión térmica, manteniendo así un buen rendimiento en los ciclos térmicos.